por CLAUDIO GILARDONI
claudio.gilardoni@hotmail.com
Nuestro cerebro original no fue ideado para el
razonamiento científico. El Universo es científico; pero no sus
creaciones.
El Universo nos creó del mismo modo y para la misma
finalidad que a los demás seres vivos (animales, plantas, hongos,
etc.). De manera natural y mecánica, con la creación de vida mental
pretendió una consecuencia exquisita de su infinita metamorfosis
cuantitativa y cualitativa de materia.
El Universo no espera que una tortuga, un tomate o
un champiñón razone siempre de manera científica. El
Universo tampoco espera que su creación biológica máxima —el ser
humano en su estado natural primitivo—, se comporte en todos los
casos como una maquinaria matemática en su accionar mental.
Es por ello, tal vez, que nuestras actitudes
mentales escapan de la lógica con demasiada frecuencia. Nuestro
cerebro humano, cuando es racional al máximo, supera al de las demás
entidades biológicas inferiores y superiores de forma drástica y
anormal. ¿De ahí que nuestro cerebro sea contradictorio con
el sentido común, con la lógica estricta, con harta frecuencia y
hasta en detrimento de nuestros propios intereses?
El Universo —metafóricamente hablando— hasta
puede que esté sorprendido de nuestras facetas mentales tan
anormalmente racionales.
© CLAUDIO GILARDONI. De su libro Cerebro amigo, cerebro enemigo
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